La búsqueda de la perfección
Ese acabado que roce lo innerte, 'de fábrica'...
Controlar cada detalle.
Volvernos insulsxs y aburrir la mirada de tanta uniformidad cíclica y repetitiva.
Practicar la cerámica me enseña a diario cuánto de ello transfiero allí.
En cada intersticio en el que nos volcamos a gestar, luces y sombras de quienes somos, más allá y a través del relato que nos contamos.
La perfección, entonces...
¿Qué imprimo ahí?
La forma abierta, libre
y el molde, ciertas veces limitante,
otras un primer paso firme.
El deseo y lo expansivo
le van de frente a la propuesta.
Arcilla noble.
Del barro venimos
y barro somos.
Controlar cada detalle.
Volvernos insulsxs y aburrir la mirada de tanta uniformidad cíclica y repetitiva.
Practicar la cerámica me enseña a diario cuánto de ello transfiero allí.
En cada intersticio en el que nos volcamos a gestar, luces y sombras de quienes somos, más allá y a través del relato que nos contamos.
La perfección, entonces...
¿Qué imprimo ahí?
La forma abierta, libre
y el molde, ciertas veces limitante,
otras un primer paso firme.
El deseo y lo expansivo
le van de frente a la propuesta.
Arcilla noble.
Del barro venimos
y barro somos.
Discontínuxs, infinitxs...
Presentes. En mil formas.
Superándonos a diario.
Mejorándonos y aprendiendo.
Ahí habita para mí la perfección primera.
La única verdadera e impermanente.
Aquella que se mueve y transforma mientras sigamos Siendo.
¿Quién mueve tus manos cuando creás?
Presentes. En mil formas.
Superándonos a diario.
Mejorándonos y aprendiendo.
Ahí habita para mí la perfección primera.
La única verdadera e impermanente.
Aquella que se mueve y transforma mientras sigamos Siendo.
¿Quién mueve tus manos cuando creás?
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