Al reparo del sol...
Me quedo al reparo del sol.
Y es que recibiéndolo, comprendí lo oculto.
Eclíptico, me encomiendo a los gusanos a través del muerto.
Las marcas del tiempo en las huellas fusionadas,
y aquel compostaje que renacerá de haber roído las partes.
Sobrevengo sin más que hacer.
La nueva comodidad es no dar ni un paso para atrás.
Rutina de la presencia, del hoy siendo llave.
Mis válvulas en acción, deteniendo cada avance presumido.
La arcilla y las plantas,
los insectos y las ráfagas de viento
los soles y los sahumos
vienen a asistirme.
Ahora que me voy quedando sin palabras
ahora que no me precipito a explicarme
ahora que logro definirme vulnerable
ahora comprendo quien quiero ser
Una porción de la esfera
el mango y el canto de la espada
la resolana de una mañana fría y aún nocturna
el desvelo de las aves que pasan a cantar por casa
Contemplar el cielo para así comprender
que no hay apuros ni reglamentos
que estoy ante mi nuevo acierto.
Peñalba, Rodrigo Sebastián.
1° de Mayo de 2022.
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